viernes, 1 de diciembre de 2017

crítica teatral: Casa de bonecas.

Clásicos nunha hora presenta esta revisión de Casa de bonecas, la primera obra feminista de la historia del teatro.


La obra, originalmente escrita por Henrik Ibsen en 1879, cuenta la historia del matrimonio Helmer, Nora y Torvald. Forman una pareja arquetípica, que representan los cánones sociales impuestos por un sistema patriarcal. Nora es una típica ama de casa que vive gracias a los ingresos de su marido Torvald, que es un funcionario que está a punto de ascender en su puesto de trabajo en el banco.
Tras una presentación inicial, Nora, una mujer cuyos gastos económicos están bajo la intensa vigilancia de su marido, se ve en la tesitura de pagar un tratamiento para curar una dolencia que sufre su padre. Entonces, a espaldas de su marido controlador, y con la intención de no importunarle, decide falsificar la firma de Torvald para financiar estas curas, ignorando, en un primer momento, que podría estar incurriendo en un grave delito de usurpación de identidad.
No obstante, para poder realizar esta transacción, Nora tiene que confiar en Krogstad, un empleado del banco que arrastra la mala fama de ser un especulador y un corrupto. Por su parte, Torvald, al tanto de esta mala fama (pero no de la jugada de su esposa), decide despedir a Krogstad, lo que termina por provocar el descubrimiento de la falsificación de Nora.
Es en este punto cuando el mundo feliz de los Helmer se desmorona. Nora, ya consciente de que ha cometido un delito, trata de suavizar el inevitable hallazgo de su embuste. Pero cuando Torvald , finalmente, descubre el engaño, monta en cólera y, cegado por su ego, trata a su esposa como si fuera una propiedad suya.
Entonces, al advertir Nora que Torvald está más interesado en preservar su mancillado honor ante la Ley y la sociedad, que en proteger a su mujer y asumir la culpa, cuando por fin abre los ojos, lo que lleva al final que en su momento escandalizó la sociedad de 1879; Nora, esposa entregada y madre de tres hijos, reaccionando ante la violencia verbal de su marido, abandona a Torvald y se va de casa.
Esta adaptación presentada por Clásicos nunha hora, ha sido reducida para que dure los consabidos 60 minutos. Por lo tanto, en el escenario hay solamente dos actores. Iria Ares está deslumbrante en el papel protagonista de Nora Helmer. Por su parte, Xoán Carlos Mejuto adopta el papel antagonista de Torlvad, además de hacer doblete con el papel, testimonial y oscuro en esta adaptación, de Krogstad. El vestuario de Carmen Casal ayuda a ambientar la historia a finales del siglo XIX. He de destacar la ambientación oscura y austera del único escenario principal, que consigue, con un sencillo juego de luces y sombras, ideado por Atón Arias,  (más una cuidada ambientación musical de Tito Barbeito), transportar al espectador en los distintos momentos de la historia, incluyendo flashbacks que explican mejor la representación, que por cierto, cuya escenografía y dirección también corren a cargo de Xoán Carlos Mejuto.
En resumen, que "Casa de Bonecas" consigue su propósito. Entretener y concienciar en partes iguales.